viernes, 17 de octubre de 2014

Evangelio del Domingo

 

En el Evangelio de Domingo se pueden aprender muchas cosas para cada uno de nosotros como cristianos.
En primer lugar,  hay que darse cuenta de que los fariseos preguntaban cosas a Jesús no para aprender de él, no para seguirle y hacer lo que Jesús nos propone, sino para pillarle en alguna cosa que estuviese mal dicha, para buscar algo desde lo que poder decirle que estaba equivocado.
Nosotros debemos escuchar a Jesús para aprender de Él, no para ver si Jesús tiene razón o no. Tenemos fe porque nos queremos parecer a Jesús, hacer lo que Él nos propone, no para decirle a Jesús lo que nos parece bien o mal. A veces, Jesús nos propone lo que nos conviene, no lo que más nos gusta.
Y en segundo lugar, Jesús dice que hay que pagar al César lo que es del César. En la época de Jesús, donde él vivía estaba ocupado por el Imperio Romano, que exigía un dinero cada cierto tiempo a todas las personas. Pero Jesús nos sorprende y nos dice que, ante todo, cumplamos las normas. También nos dice que el dinero no es muy importante, por eso dice: “Dad al César lo que es del César”.

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