A
Jesús le gusta que seamos fieles en lo poco. Para nosotros, lo poco son
las cosas sencillas, las cosas del día a día. No sirve de nada si
hacemos cosas que se ven mucho (aportar dinero para que las personas
puedan comer u otra cosa), si después en lo “pequeño”, en el día a día,
no somos como Jesús quiere. Lo pequeño es cómo somos con nuestros
padres, abuelos, hermanos, amigos, compañeros de clase, vecinos. Es
decir, si somos como Jesús nos pide en las pequeñas cosas de cada día.
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