domingo, 1 de diciembre de 2019

Segundo Domingo de Adviento

La Anunciación - Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando a su presencia, dijo: - Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó antes estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: - No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: - ¿Cómo será eso, pues no conozco varón? El ángel le contestó: - El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: - Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró.





Evangelio dialogado
FIESTA DE LA INMACULADA (LUCAS 1, 26-38)
NARRADOR: Los hechos ocurrieron así: Dios se dirigió al ángel Gabriel..
DIOS: Tienes que bajar a la Tierra enseguida, es hora de buscar una casa para mi hijo.
GABRIEL: ¿Una casa allí... abajo?
DIOS: Sí, en una ciudad de Galilea llamada Nazaret.
NARRADOR: El ángel entrando en su presencia dijo:
GABRIEL: ¡Alégrate, llena de gracia!... ¡El Señor está contigo!
MARÍA: ¿Qué pasa? ¿Quién eres tú? ¿Qué saludo es ese?
GABRIEL: No tengas miedo, María. Dios te ha elegido entre las mujeres,
MARÍA: ¿Qué quieres decir? No te entiendo.
GABRIEL: Escucha... concebirás y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús.

MARÍA: ¡Un hijo! ¿Y que será ese hijo mío?
GABRIEL: Será grande. Se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre.
MARÍA: Y su reino no tendrá fin.
GABRIEL: Claro que sí... ¿no te lo crees?
MARÍA: Esque eso no puede ser.
GABRIEL: ¿Por qué?
MARÍA: Porque yo no tengo marido.
GABRIEL: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el hijo que tendrás será santo, se llamará Hijo de Dios.
MARÍA: ¿Cómo es posible que Dios se haya fijado en alguien como yo?
GABRIEL: Ahí tienes a tu prima Isabel, aunque es vieja, está embarazada de seis meses; y decían que era estéril.
MARÍA: ¿Cómo puede suceder algo así?
GABRIEL: Porque para Dios no hay nada imposible.
MARÍA: Aquí está la esclava del Señor; que se cumpla en mí lo que has dicho.
NARRADOR: Y el ángel se retiró.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández









2 comentarios: