sábado, 8 de febrero de 2020

Santa María de Iguácel

La iglesia de Santa María de Iguácel se encuentra al fondo del valle de la Garcipollera, al que se accede desde Castiello de Jaca. Comenzó a construirse entre los años 1040 y 1050  por orden del Señor Galindo y fue financiada por Doña Urraca y el Conde Sancho, ayo del rey Sancho Ramírez. En 1080 los condes donaron la iglesia a San Juan de la Peña. Dentro del siglo siguiente se edificó la torre que hay al costado norte de la nave y a la que se accede por la que fuera puerta norte del templo.


Lugar de peregrinación y monasterio benedictino, fue construida en varias fases, y es una de las primeras iglesias de Aragón con cabecera semicircular.
Se trata de un sobrio edificio de sillarejo, de nave única cubierta con techumbre de madera, un ábside semicircular con bóveda de horno precedido por un pequeño presbiterio con bóveda de cañón.
La decoración ofrece evidentes relaciones con la obra de la catedral de Jaca, lo que induce a pensar que el responsable de la misma fuera alguno de los maestros empleados en el templo jaqués.



En el interior se conservan restos de un interesante conjunto pictórico en el ábside de estilo gótico internacional.  La pintura se divide en varios registros:  en el primero aparecen representados doce santos, la Virgen y su vida en el registro central y el Calvario en el superior; podría haberse realizado en el segundo cuarto del siglo XV


En el Museo Diocesano de Jaca podremos ver la talla románica de la Virgen de Iguácel, con características comunes con las de Agüero y Ayerbe, y la reja original que cerraba el ábside de finales del siglo XI y principios del XII, una de las más antiguas de la Península.

Los alumnos de sexto de Primaria elaborarán una maqueta de este edificio.





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