El Buen Pastor - Juan 10, 1-10
En aquel tiempo dijo Jesús a los
fariseos: -Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las
ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que
entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las
saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las
ovejas le siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que
huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Jesús les puso esta
comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió
Jesús: -Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido
antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy
la puerta: quien entre por mí se salvará, y podrá entrar y salir, y encontrará
pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he
venido para que tengan vida y la tengan abundantemente.
Explicación
Jesús es el Buen Pastor porque
conoce a sus ovejas, que somos nosotros, y da su vida por nosotros. Todos los
que seguimos a Jesús tenemos que interesarnos por sus ovejas, o sea, por
nuestros hermanos y amigos y aunque nos cueste ayudarles cuando nos necesiten.
Evangelio dialogado
CUARTO DOMINGO DE PASCUA – “A”
(Jn. 24, 13-35)
DISCÍPULO 1: Maestro, ¿te
parece bueno el rey Herodes?
DISCÍPULO 2: ¡Qué
tonterías se te ocurren! El rey Herodes mandó matar a Juan el Bautista, ¿cómo
va a ser bueno?
DISCÍPULO 1: Y el Sumo
Sacerdote, ¿te parece bueno el Sumo Sacerdote?
DISCÍPULO 2: ¿Está bobo o
qué? Todos sabemos que el Sumo Sacerdote se ha hecho rico gracias al templo.
DISCÍPULO 1: Entonces...
¿cómo tiene que ser un jefe para considerarle bueno?
JESÚS: Tiene que ser como
un buen pastor.
DISCÍPULO 2: ¿Un pastor?
JESÚS: Eso he dicho, un
pastor. Pero quizá esos amigos fariseos también quieren escuchar la
explicación.
DISCÍPULO 1: No te fíes de
ellos, Maestro, esos sí que son malos. Hemos oído algo de un pastor. ¿Podemos
saber de qué pastor se trata?
JESÚS: Hablaba de los buenos
pastores.
DISCÍPULO 2: ¿Qué hace un
buen pastor?
JESÚS: Un buen pastor
entra por la puerta a cuidar sus ovejas.
DISCÍPULO 1: Claro, por la
ventana entran los ladrones.
JESÚS: Las ovejas conocen
la voz del buen pastor, y él las llama por su nombre.
DISCÍPULO 2: Los ladrones
no saben el nombre de las ovejas, ni les interesa, sólo quieren robarlas.
JESÚS: El buen pastor saca
a pacer a sus ovejas... y va delante de ellas. Y Las ovejas le siguen porque
conocen su voz.
DISCÍPULO 1: ¿Y a qué
viene todo ese rollo de ovejas y pastores?
JESÚS: Un buen jefe tiene
que ser pastor y puerta de sus ovejas.
DISCÍPULO 2: ¿Pastor,
puerta? ¡No entiendo nada!
JESÚS: Os aseguro que yo soy la puerta
de las ovejas.
DISCÍPULO 1: Y todos los
que han venido antes que tú... ¿qué son?
JESÚS: Son ladrones y
bandidos.
DISCÍPULO 2: ¿Sí? ¿Todos?
¿Seguro?
JESÚS: Pero las ovejas no
les escucharon.
DISCÍPULO 1: Entonces...
¿Tú eres la puerta?
JESÚS: Y quien entre por
mí, se salvará. Y podrá entrar y salir, claro.
DISCÍPULO 2: ¿Y encontrará
pastos?
JESÚS: Desde luego. ¿Para
qué entra un ladrón en el establo?
DISCÍPULO 1: Para robar y
para matar.
JESÚS: Yo he venido para
que tengan vida y la tengan abundante.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez
Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
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