EVANGELIO DIALOGADO - PARÁBOLA DE LA HIGUERA
Evangelio según San Lucas (Lc
13,1-9)
NARRADOR: Se acercaron a
Jesús algunos de sus amigos para explicarle el mal comportamiento de los
galileos. Jesús les contestó con una parábola, la parábola de la higuera.
Jesús: Queridos amigos,
los galileos no eran peores que los demás. Todos debéis convertiros y mejorar
en algo...¡o en mucho! Nadie es perfecto. Os lo explicaré con una parábola.
Escuchad:
Un hombre tenía una higuera
plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Amo: Amigo, te encargué
que cuidaras mi viña y también la higuera.
Viñador: Eso hago, Señor.
Amo: Ya lo sé, pero llevo
tres años viniendo a buscar fruto y nunca encuentro. Así que creo que debes
cortar la higuera, pues no sirve para nada.
Viñador: Señor, déjala
todavía este año. Yo cabaré alrededor y le echaré abono a ver si da fruto. Si
no, el año que viene la cortaré.
Jesús: ¿Entendéis lo que
quiero decir? Esforzaos por dar frutos de buenas obras, ahora que todavía
estáis a tiempo.
Narrador: Jesús espera de sus amigos que no se den nunca por satisfechos en el intento por ser cada día mejores. El corazón necesita hacerse mejor, y con él, cada persona. Algo parecido a lo que ocurre con los árboles frutales, que deben dar frutos nuevos y ricos en cada temporada. Y no les debe bastar con haber dado cosecha el año anterior.
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