lunes, 30 de mayo de 2022

Evangelio Domingo 5 de junio

Pentecostés - Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: - Paz a vosotros. Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: - Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: - Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos

Explicación

Después de la experiencia de la Resurrección, los primeros discípulos y seguidores sienten en ellos la presencia de una FUERZA interior y la claridad de una LUZ, que les ayuda a vivir como Jesús les había enseñado. Ese aliento de vida y de paz es el Espíritu de Jesús que ellos acogen. Aquél que les prometió enviar cuando él regresara al lado de su Padre.

Evangelio dialogado

Domingo de Pentecostés –ciclo C- (Jn 20,19-23)

Narrador: Escuchad, amigos y amigas, voy a contaros lo que sucedió tras la resurrección de Jesús. Los discípulos estaban en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los judíos.

Discípulo1: ¿Y qué habían hecho los judíos para tenerles miedo?

Narrador: Acusaron a Jesús falsamente y consiguieron que Pilato le condenara a morir en la cruz.

Discípulo2: Y los discípulos temían que se les acusara también. ¡Qué cobardes!

Narrador: ¿Qué haríamos en su lugar? Jesús era su fuerza y su refugio. Además ellos soñaban con un Mesías victorioso. De hecho, lo abandonaron todo por seguirle, y ¡menuda decepción! Sin embargo, escuchad: Ha anochecido, es el día primero de la semana… Y de repente una voz les sorprende y les dice:

Jesús: ¡Paz a vosotros!

Discípulos: Es el Maestro, es el Señor… ¡Ha resucitado!... no es posible.

Jesús: No tengáis miedo. Mirad mis manos, mirad mi costado. Soy yo, Jesús, el Maestro.

Discípulo1: ¡Qué bien, Maestro…, has vuelto Jesús!

Discípulo2: Tu presencia nos anima y reconforta, ¡ya no tenemos miedo! ¡Qué alegría tenerte aquí!

Discípulo1: Sí, sí, qué alegría. Gracias por acordarte de nosotros.

Jesús: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Recibid el Espíritu Santo.

Discípulo2: Perdona, Maestro...pero... ¿para qué queremos nosotros a ese Espíritu?

Discípulo1: ¡Claro!, alguien tendrá que ayudarnos... iluminarnos... guiarnos y... cambiarnos por dentro ¿no crees? … ¡Falta nos hace!

Narrador: Y Jesús queriendo darles confianza y ánimo, les dice:

Jesús: A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández.







lunes, 23 de mayo de 2022

Evangelio Domingo 29 de mayo

La Ascensión - Lucas 24, 46-53

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Y vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto. Después los sacó hacia Betania, y levantando las manos los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos (subiendo hacia el cielo). Ellos se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios

Explicación

Los amigos de Jesús ya sabemos que él no es como una nave espacial, que terminada su aventura en la tierra, asciende entre las nubes. Lo que dice el evangelio de hoy es, que Jesús Resucitado comparte la VIDA de su Padre: está junto a él. Y para explicarlo, le hacen ascender, porque según el sentir del pueblo judío, Dios habita en las alturas. Pero nosotros sabemos que Dios está donde hay amor. Arriba, abajo o en medio, ¿no ?

Evangelio dialogado

ASCENSIÓN DEL SEÑOR – “C” (Lc. 24, 46-53)

NARRADOR: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

JESÚS: Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión a todos los pueblos, empezando por Jerusalén.

DISCÍPULO1: Señor, ¿Y cómo se va a llevar a cabo esto?

JESÚS: Vosotros sois mis testigos.

DISCÍPULO2: ¿Y si no nos quieren creer?

JESÚS: Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido.

DISCÍPULO1: ¿Y qué tenemos que hacer nosotros?

JESÚS: Vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza que os enviará mi Padre.

NARRADOR: Después los sacó hasta Betania y, levantando las manos los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.

DISCÍPULO1: Oye, chicos… ¿qué está sucediendo?

NARRADOR: Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría.

DISCÍPULO2: Ahora tenemos que proclamar que ¡El Señor vino a salvarnos!, que Jesús ¡ha resucitado! Tenemos que dar testimonio de todo lo que hemos vivido con el Maestro.

NARRADOR: Y desde aquel día ya no tuvieron más miedo y comenzaron a predicar en el templo bendiciendo a Dios.

 Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández






lunes, 16 de mayo de 2022

Evangelio Domingo 22 de mayo

Anuncio del envío del Espíritu Santo - Juan 14, 23-29

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos; - El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el padre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado". Si me amarais os alegraríais de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda sigáis creyendo.

Explicación

Si me amáis, dice Jesús a sus amigos, guardaréis mi Palabra, y mi Padre os amará. Y mi Padre y yo ocuparemos vuestro corazón, que será, también, nuestra casa, donde vivamos. Os dejo mi Paz. Os doy la Paz. Vivid en Paz.

Evangelio dialogado

Sexto Domingo de Pascua –C- (Jn 14,23-29)

Niño1: Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros que te amamos?

Jesús: Guardad mi palabra.

Niño2: ¿Y eso por qué?

Jesús: Porque mi padre os amará y vendremos a vosotros y haremos morada dentro de vosotros.

Niño1: ¿Y si no guardamos tu palabra? ¿Qué te indicamos con eso? Jesús: Que no me amáis.

Niño2: ¿No te parece que lo que dices es muy fuerte?

Jesús: La Palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Niño1: Algunas veces cuesta entenderte, Maestro.

Jesús: No os preocupéis, mientras esté a vuestro lado os seguiré hablando. Y cuando yo no esté, será el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre, el que os enseñe.

Niño2: ¿Y si se nos olvida lo que nos has dicho?

Jesús: Él también os lo recordará. Amigos, la paz os dejo, mi paz os doy.

Niño1. No será tu paz como la del mundo. Ya ves qué panorama.

Jesús: Estad tranquilos, pues mi paz no es como la del mundo.

Niño2: No podemos evitarlo, Jesús, tenemos miedo, estamos acobardados.

Jesús: ¿Por qué?

Niño1: Porque nos has dicho que te vas.

Jesús: Sí, pero volveré pronto a vuestro lado.

Niño2: Pero no será lo mismo, te queremos con nosotros. ¡Cómo no vamos a estar tristes si te vas!

Jesús: Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre. Porque el Padre es más que yo.

Niño1: ¿Y por qué nos dices eso ahora?

Jesús: Para que cuando suceda, sigáis creyendo.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández




domingo, 15 de mayo de 2022

Mercadillo solidario 2022

El próximo día 3 de junio tendrá lugar el mercadillo solidario a beneficio de Cáritas de Binéfar que preparan los alumnos de Religión Católica. Durante toda la mañana cada clase de Primaria podrá colaborar de manera voluntaria comprando los productos del mercadillo. El dinero recaudado se entregará el próximo día 6 de junio en la visita que los alumnos de sexto hacen a las instalaciones de Cáritas Binéfar. ¡Colabora con esta buena causa! ¡Somos solidarios cuando ayudamos a los demás!

jueves, 12 de mayo de 2022

Las Crónicas de Narnia en clase de Religión

Las Crónicas de Narnia, son una saga literaria de libros dedicados especialmente a un público joven, creada por el escritor y profesor C. S Lewis entre 1950 y 1956. Ha tenido siete adaptaciones cinematográficas desde 1979, pero probablemente la que más recordemos sea la de 2005. Ahora, para saber qué relación tiene esta película con el cristianismo empezaremos descubriendo quién es su autor, C.S.Lewis.

Clive Staples Lewis (Belfast, Irlanda del Norte, 29 de noviembre de 1898 - Oxford, Inglaterra, 22 de noviembre de 1963), popularmente conocido como C. S. Lewis, y llamado Jack por sus amigos, fue un medievalista, apologista cristiano, crítico literario, novelista y académico. Reconocido por sus novelas de ficción, especialmente por Cartas del diablo a su sobrino, Las Crónicas de Narnia y la Trilogía cósmica, entre otros.

Amigo cercano de J. R. R. Tolkien, el autor de «El Señor de los Anillos». Lewis fue bautizado en la Iglesia de Irlanda cuando nació, pero durante su adolescencia se alejó de su fe. Debido a la influencia de Tolkien y otros amigos, cuando tenía cerca de 30 años, Lewis se reconvirtió al cristianismo, su conversión y sus transmisiones radiofónicas en tiempo de guerra sobre temas relacionados con el cristianismo, fueron ampliamente aclamadas.



¿Por qué escribió Narnia?

Las siete novelas que integran «Las crónicas de Narnia» ilustran un cristianismo tan transparente como el que se puede observar en la obra de Chesterton. En 1939 comenzó a escribir El león, la bruja y el ropero, pero la concluyó recién en 1949 y la editó al año siguiente. Las seis restantes reconocen este orden de publicación: El príncipe Caspian (1951), La travesía del Viajero del Alba (1952), La silla de plata (1953), El caballo y el muchacho (1954), El sobrino del mago (1955) y La última batalla (1956).

La palabra Narnia aludiría a una antigua ciudad italiana situada en las cercanías de Roma, bautizada Narni al ser conquistada por los romanos en 299 a.C. Los episodios de Las Crónicas de Narnia transcurren en ese universo de fantasía creado por Aslan, que en idioma turco significa «león». En Narnia hay seres humanos, animales parlantes y criaturas mitológicas. Lewis ha hecho de Narnia un mundo plano, más allá de cuyo borde exterior está el Oriente Absoluto, donde mora el Emperador-Más-Aslá-del-Mar, quien ha enviado a Aslan. Los seres humanos acceden a Narnia mediante diversos métodos.


La fe para C.S.Lewis

«No hay nada más grande que la fe», afirma el parlanchín ratón Reepicheep en «La travesía del Viajero del Alba». El sentido cristiano de Las Crónicas de Narnia generó numerosas polémicas, que quedaron dirimidas cuando se conoció una carta de Lewis, fechada en 1961, donde el autor refiere que «la historia de Narnia y el mítico león Aslan aluden a Cristo».

En esa carta, divulgada por Hooper, el autor dice: «Supongamos que existiese un mundo como Narnia y supongamos que Cristo quisiese ir a ese mundo y salvarlo (como lo hizo por nosotros). ¿Qué pasaría entonces? Pues las crónicas son mi respuesta. Como Narnia es un mundo de bestias que hablan, pensé en encarnarlo como una bestia que habla. Le di forma de león porque se supone que el león es el rey de las bestias, y Cristo es el León de Judá mencionado en la Biblia».


El león, la bruja y el ropero y la historia de la Salvación

Este primer libro de la Saga de Narnia, fue el primero en ser llevado a las pantallas grandes de cine. La película retrata fielmente la redacción original de Lewis, por lo que se ve claramente el marco cristiano de la obra. Los que pudieron apreciar la película, recuerdan, seguramente, con una noción básica de fe católica, la Salvación que nos traído Cristo en su Resurrección. Hito inigualable en la historia de la humanidad. Dios hecho hombre, que por amor, muere por cada uno de nosotros en la Cruz.

En este primer libro de la Saga, una Bruja Blanca que se hace llamar reina de Narnia sin serlo, intenta seducir y acabar con los humanos, en el intento de impedir el cumplimiento de una profecía de liberación de Narnia por los descendientes de Adán y Eva.

El personaje central de la fábula es Aslan, un león que evoca claramente a Jesucristo (el león de la Tribu de Judá presentado en Apocalipsis 5, 5), quien entrega su vida en sacrificio, muriendo voluntariamente a manos de la Bruja Blanca (evidente imagen de Satán y del mundo sometido bajo su influjo), a cambio de rescatar el alma de uno de los niños protagonistas, que había sido tentado y seducido por la Bruja. Pero tras la muerte de Aslan viene su resurrección.

Lleno de vida, de fuerza y majestad, el león triunfante resucita con su «aliento» a todos aquellos que previamente habían perecido mártires en la lucha contra el mal (imagen de la Iglesi Celestial). Es entonces cuando la gran batalla por la liberación de Narnia se inclina en favor del bien, por la intervención de Aslan y de todos aquellos que habían vuelto a la vida por su aliento. Aslan, el león de Judá, había encomendado al mayor de los cuatro niños protagonistas, Peter, (evocación de Pedro, el príncipe de los apóstoles y primer Papa) la tarea de capitanear las tropas del bien llevando a Narnia la paz y la victoria definitiva sobre el mal.

Los cuatro niños protagonistas de esta película, «hijos de Adán y Eva», están llamados a cumplir una profecía en la que son al mismo tiempo «redimidos» y  corredentores. ¡Tan real como nuestra vida misma! La tesis de la película es nítida: Necesitamos de Jesucristo, para que llegue la Navidad al invierno de nuestras vidas. Solo así volverá a florecer la esperanza, como una nueva primavera.


Estatua de C. S. Lewis buscando en un armario, titulada The Searcher, de Ross Wilson

Un esfuerzo literario de evangelización

La película está llena de nociones teológicas disfrazadas de ficción. Es indudable que esta fábula tenga una gran capacidad de evangelización. Sin embargo, es cierto también que la ignorancia religiosa del momento actual es inmensa y puede incapacitar a muchos para percibir el profundo contenido teológico de esta obra prima de C.S.Lewis.

Pidamos al Señor de la vida, que nos muestra su amor, muriendo en la Cruz por nosotros, ayude a abrir el corazón de todos nosotros, a la promesa de Salvación que nutre nuestra esperanza cristiana, de la vida eterna más allá de la muerte. Que la nieve y el frío de Narnia, reflejando nuestro corazón alejado del amor del Señor, se convierta en un sagrario apasionado por el amor que brota de un corazón traspasado como el de Cristo.

(Reflexiones y comentarios sacados de Catholic.net)




Enlace para ver la película Las crónicas de NarniaEl león, la bruja y el ropero:



lunes, 9 de mayo de 2022

Evangelio Domingo 15 de mayo

Mandamiento nuevo - Juan 13, 31-33a. 34-35

Cuando salió Judas del Cenáculo, dijo Jesús: - Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él (si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará). Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros.

Explicación

Hoy sólo un telegrama. Algo muy corto. Breve. Inolvidable. Lo más importante que dijo Jesús: QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO. ¡Practicadlo!.

Evangelio dialogado

QUINTO DOMINGO DE PASCUA –C- (Jn 13,31-33ª.34-35)

Jesús: Judas, lo que has de hacer, hazlo pronto.

discípulo1: ¿Dónde va Judas? ¿Falta alguna cosa para la cena?

Jesús: Judas y yo sabemos a dónde va. Los demás debéis escuchar con atención lo que voy a deciros.

discípulo2: Habla, Maestro, que te escuchamos.

Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.

discípulo1: Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo.

Jesús: Y lo glorificará pronto. Hijos míos, me queda poco, muy poco para estar junto a vosotros.

discípulo2: ¡No!, ¡No puede ser! ¡Tú no te irás nunca!

Jesús: Os doy un mandamiento nuevo. Que os améis unos a otros como yo os he amado.

discípulo1: Maestro, ¿qué señal nos darás para que los demás sepan que somos tus discípulos?

discípulo2: Sí, sí, ¿cómo podrán reconocernos?

Jesús: La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os améis unos a otros.

 Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández.




miércoles, 4 de mayo de 2022

Uno más en clase

Hoy hemos recibido la visita de Víctor Senanou Kofi, Sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanaas (SMA) acompañado de Mn Crisanto, párroco de Binéfar.

Víctor es natural de Togo (África occidental) y fue ordenado sacerdote en 2014. Su primera misión recayó en la Diócesis de San Pedro en Costa de Marfil. Estos días está en nuestra Diócesis aportando su testimonio misionero en la Semana de Animación Misionera 2022.

Los alumnos de 5º han estado muy atentos y han aprovechado la visita preguntando cosas muy interesantes. Han descubierto que todos podemos ser misioneros. ¡Muchas gracias a Víctor y a Crisanto por ser hoy "uno más en clase"! ¡Hasta pronto!



lunes, 2 de mayo de 2022

Evangelio Domingo 8 de mayo

El Buen Pastor - Juan 10, 27-30

En aquel tiempo dijo Jesús: - Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.

Explicación

En este evangelio, Jesús es presentado por los primeros cristianos como un Pastor Bueno. Y lo es porque nos conoce, nos quiere, le seguimos y apreciamos su voz. Es más, sabemos que dio su vida por nosotros, y que allí donde vayamos, nos acompañará. Es un Pastor Bueno, porque se desvive por sus ovejas.

Evangelio dialogado

Cuarto domingo de Pascua –C- (Jn 10, 27-30)

Narrador: Voy a contaros una conversación que mantuvo Jesús con un grupo de judíos en el Templo de Jerusalén durante la fiesta de la Dedicación.

Niño1: Yo conozco algunas fiestas judías, pero nunca oí hablar de la fiesta de la Dedicación. ¿Qué se celebraba en ella?

Narrador: Se celebraba la purificación del templo, que llevó a cabo Judas Macabeo allá por el año 164 antes de Cristo. Había sido profanado por Antíoco IV, rey de Siria, cuando conquistó Jerusalén.

Niño2: Los enemigos del pueblo judío debían de tener manía al Templo.

Narrador: El Templo representaba muchísimo para los judíos, pues su historia y su vida personal giraban en torno a él.

Niño1: ¿Y qué hicieron los que conquistaron el templo?

Narrador: Quitaron las costumbres judías e impusieron el culto a Júpiter Olímpico. Pero dejemos a un lado la historia y veamos lo que nos cuenta el Evangelio. Jesús se paseaba por el pórtico de Salomón, en el templo. Un grupo de judíos le rodeó y comenzaron a preguntarle.

Niño 1: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspense? ¿Eres tú el Mesías?

Niño 2: ¿Eres tú el que esperamos o tenemos que esperar a otro?

Jesús: Os lo he dicho y no me habéis creído.

Niño 1: ¿Quién da testimonio de ti? ¿Quién te respalda?

Jesús: Las obras que yo hago. Si no creéis en mí, creed en mis obras.

Niño 2: Todos obramos en este mundo por alguna razón. ¿En nombre de quién obras tú?

Jesús: En nombre de mi Padre que está en los cielos.

Judío1: ¡Eso no puede ser, estás mintiendo! ¡Cómo vas a ser tú Hijo de Dios! Ya ves que nosotros no creemos en ti.

Jesús: Porque vosotros no sois de mis ovejas.

Judío2: ¡Aclara eso, vamos, acláralo!

Jesús: Es fácil de entender. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.

Niño 1: Nadie sigue a otro sin recibir nada. ¿Qué les das tú a tus ovejas?

Jesús: La vida eterna.

Niño 2: ¿Eterna? Seguro que esas ovejas pronto morirán. O cualquiera te las arrebatará de las manos. Es la ley de la selva, amigo.

Jesús: Ni perecerán, ni nadie las arrebatará de mis manos.

Niño 1: ¿Por qué estás tan seguro? ¿Quién te dio esas ovejas?

Jesús: Esas ovejas me las dio mi Padre.

Niño 2: ¿Y por qué no te las podemos quitar?

Jesús: Porque nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre, ya que Él es más que todas las cosas.

Niño 1: ¿Qué relación tienes tú con el Padre? ¿Tan unido estás a él?

Jesús: Amigos, yo y el Padre somos uno.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández