lunes, 15 de enero de 2024

Evangelio Domingo 21 de enero

 Los primeros discípulos - Marcos 1, 14-20

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios, decía: - Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed la Buena noticia. Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: - Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo del Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Explicación

Jesús llama a sus primeros discípulos para que sean “pescadores” de hombres. Pero en realidad los “pescados” son ellos, porque terminan en la red, en el corazón del Pescador.

Estar y seguir a Jesús es camino de amor y de felicidad. Es verdad hay que “dejarlo todo”. Todo lo que imposibilita amar, servir, entregarse, perdonar, compartir… Merece la pena ser “pescado” por Jesús, caer en su “red”, que es en el fondo la que da auténtico y pleno sentido a la vida.

En nuestro tiempo somos “alérgicos” a ser “pescados”. Sin embargo, caemos en mil “redes” de tecnologías y de manías más o menos al uso. Pensemos esta semana en lo que significa caer en una red diferente: la de Jesús. 

Texto: Fernando Cordero

Evangelio dialogado

NARRADOR: Os vamos a contar una historia de Jesús. Es la historia de cómo Jesús eligió a los primeros amigos. El hecho ocurrió en un lugar que se llamaba Galilea. Resulta que el rey Herodes, que era rey de Judea, había mandado encarcelar a Juan porque éste le decía que tenía que cambiar y ser bueno. ¡Atención, Jesús se acerca!

JESÚS: ¡Buenos días, amigos! Escuchad, se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia.

SIMÓN: Ya teníamos ganas de verte, Jesús.

ANDRÉS: Pensábamos que no vendrías a buscarnos.

JESÚS: Ha llegado el momento, venid conmigo y os haré pescadores de hombres.

NARRADOR: Simón y Andrés inmediatamente dejaron las redes y los siguieron. Y un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo y a su hermano Juan. Les dijo:

JESÚS: ¡Buenos día. amigos! Venid. os haré pescadores de hombres.

NARRADOR: Al instante dejaron a su padre con los jornaleros en la barca y se marcharon con él.

SIMÓN: Maestro, eso de pescar hombre lo veo un poco liado.

ANDRÉS: A los peces no necesitamos convencerles, pero a los hombres...

JUAN: ¿Qué podemos decirles Jesús? Tú hablas muy bien y nosotros fatal.

JESÚS: Importa más que ellos vean cómo vivís, que las palabras que les digáis.

SANTIAGO: ¡Es muy difícil vivir como vives tú!

JESÚS: No es tan difícil, vosotros habéis dejado mucho para venir conmigo.

SIMÓN: ¿Quién puede negarse a tu llamada?

JESÚS: Todos los que tienen la vida llena de cosas que les atan demasiado.

NARRADOR: Jesús pensaba en los esclavos del vídeo, la videoconsola, el ganar más dinero, el deporte mal entendido, la vida fácil..., etc...

JESÚS: ¿Te das cuenta, Simón? Las palabras solas no convencen.

NARRADOR: Jesús y sus discípulos abandonaron el lugar y se dirigieron a las ciudades cercanas.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández



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