domingo, 10 de mayo de 2020

Evangelio del Domingo 17 de mayo


Promesa del Espíritu Santo - Juan 14, 15-21

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.



 

Explicación

Al despedirse Jesús de los apóstoles, estos se quedaron muy tristes. Jesús al verlo les animaba diciéndoles: -Si me amáis cumpliréis mis mandamientos. Y si os he dicho que estaré con vosotros y vosotros conmigo, ¿cuál es el motivo de vuestra tristeza? No os preocupéis ni acobardéis pues yo le pediré a mi Padre que os de otro defensor: el Espíritu que os dará la paz si seguís mi voluntad.


Evangelio dialogado

SEXTO DOMINGO DE PASCUA – “A” (Jn. 14, 15-21)

NARRADOR: ¡Eh, vosotros! ¿A dónde vais?

NIÑO 1º: Nooosotros... vamos... a... ¡jugar un rato!

NARRADOR: Y, ¿lo saben vuestros padres?

NIÑO 2º: Bueno, no, pero...

NIÑO 1º: Yo estoy en casa de mi abuela. Ella me cuida mientras mis padres trabajan.

NIÑO 2º: Mis padres no se enteran.

NARRADOR: Tus padres han encargado a tu abuela que te cuide. Los tuyos estarán, intranquilos si vuelven y no estás en casa. Me parece que no queréis mucho a vuestros padres.

NIÑOS: ¡Claro que les queremos mucho!

NARRADOR: Pues entonces os va a venir muy bien lo que nos dice Jesús este domingo. ¡Escuchad!

DISCÍPULO1º: Maestro, si te vas de nuestro lado, ¿cómo podremos demostrar que te queremos?

JESÚS: Es muy sencillo, sólo tenéis que guardar lo que os he mandado.

DISCÍPULO 2º: Hombre. Maestro, muy sencillo no es.

DISCÍPULO1º: Además estaremos solos, nadie nos cuidará.

JESÚS: No estaréis solos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor que esté siempre con vosotros.

DISCÍPULO2º: ¿Otro defensor? ¿Será tan valiente como tú? ¿Cómo se llamará este defensor?

JESÚS: Se llamará el Espíritu de la verdad.

DISCÍPULO1º: ¿Y nos defenderá sólo a nosotros?

JESÚS: Sólo a vosotros. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce.

DISCÍPULO2º: ¿Y nosotros, sí le conocemos?

JESÚS: Claro que sí, porque vive con vosotros y está con vosotros.

DISCÍPULO1º: Maestro, no te entendemos.

JESÚS: No os preocupéis. Pensad sólo que no os dejaré desamparados. ¡Volveré!

DISCÍPULO2º: ¿Y podremos verte como ahora? Porque el Espíritu ese no lo vemos por ninguna parte.

JESÚS: Hay muchas formas de ver. El mundo no me verá pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo.

DISCÍPULO1º: Maestro, tú dijiste que te ibas con el Padre.

JESÚS: Estaré con el Padre, pero vosotros estaréis conmigo y yo con vosotros. Hay muchas formas de estar.

DISCÍPULO2º: ¿Y nos puedes decir una?

JESÚS: Claro que sí: haced lo que os he mandado.

DISCÍPULO1º: Si guardamos lo que nos has mandado ¿estaremos contigo?

JESÚS: Claro que sí…, estaréis conmigo.

DISCÍPULO2º: ¡Y así sabrás que te queremos!

JESÚS: El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y estaré con él.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández



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