miércoles, 24 de abril de 2024

Evangelio Domingo 28 de abril

La vid verdadera - Juan 15, 1-8

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto. Vosotros estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseéis, y se realizará

Explicación

Otro día Jesús utilizó un ejemplo muy acertado para decir a sus amigos cómo deben estar muy unidos a él. Les dijo: Si los sarmientos tienen muchos racimos de uvas es porque están unidos a la cepa. Del mismo modo, vosotros, estaréis cargados de racimos de bondad y alegría si os mantenéis unidos a mí por la confianza y el cariño.

Evangelio dialogado

JESÚS: ¿Queréis que os cuente una parábola? Debo deciros algo importante y me parece que así lo entenderéis mejor.

DISCÍPULO1: Algunas parábolas son un poco complicadas. ¡Menudo lío se hicieron el otro día los fariseos con lo del Buen Pastor!

DISCÍPULO2: Pero como el Maestro tiene mucha paciencia y nos lo explica, nosotros nos aclaramos siempre. ¡Empieza, Maestro, empieza!

JESÚS: Yo soy la verdadera vid. ¿Sabéis lo que es la vid?

DISCÍPULO1: Sí, Maestro, lo sabemos. Es una planta con tallos y hojas que nos da uvas.

JESÚS: Muy bien. ¿Y sabéis cómo se llaman a los tallos y a las hojas de la vid?

DISCÍPULO2: Sí, a las hojas se les llama pámpanos y a los tallos sarmientos.

DISCÍPULO1: Y de los sarmientos sale el fruto, o sea, la uva.

JESÚS: ¡Estupendo! Me alegra mucho que sepáis tanto. Seguro que entendéis bien lo que voy a deciros. Mirad, yo soy la vid, vosotros los sarmientos y mi Padre es el labrador.

DISCÍPULO2: ¿Y los frutos, o sea, las uvas?

JESÚS: Los frutos son todas la cosas buenas que hacéis.

DISCÍPULO1: Y al Padre... no le gustan los sarmientos que no dan fruto.

JESÚS: ¡Claro! A esos los poda, para que den más fruto..

DISCÍPULO2: ¿Nosotros somos buenos sarmientos?

JESÚS: Sí; estáis limpios por las palabras que yo os he hablado, pero tenéis que permanecer en mí y yo en vosotros; un sarmiento solo, no puede dar fruto.

 DISCÍPULO1: Nosotros también queremos ser sarmientos.

JESÚS: Entonces...¡seguid conmigo y yo seguiré con vosotros! De esa forma vuestros frutos serán abundantes.

DISCÍPULO2: Es cierto, Jesús, sin ti no se puede hacer nada. Y los que no hacen nada son como los sarmientos secos.

DISCÍPULO1: Se recogen, se queman y... ¡cómo arden!

JESÚS: Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se cumplirá.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández


miércoles, 17 de abril de 2024

Pacto Educativo Global

El maestro y dibujante malagueño Patxi Velasco Fano ilustra unos pósteres lanzados en 22 idiomas desde la Oficina Internacional de la Educación Católica, en coordinación con el Dicasterio de la Santa Sede para la Educación y la Cultura, con el objetivo de impulsar el Pacto Educativo Global al que invita el Papa. Estos materiales pueden descargarse gratuitamente.

Materiales







Para seguir impulsando el conocimiento y expansión de los Objetivos propuestos por el papa Francisco para lograr un Pacto Educativo Global, se han diseñado unos pósteres con ilustraciones para conocer, comprender y profundizar en el significado, sentido y alcance de estos objetivos. Como ellos mismos refieren, «se quiere llegar con ellos a todas las edades, desde los más pequeños a los mayores de nuestros contextos educativos y sociales. Todos hemos sido convocados para lograrlos y hacerlos aterrizar en todos los lugares en que habitamos». 

Los pósteres marcan las siete líneas comunes de acción propuesta por Francisco y los ha ilustrado el dibujante malagueño. Se trata de 7 pósteres en 22 idiomas, con materiales de trabajo en 5 idiomas. En palabras del propio Fano: «Son el sueño del Papa de que un mundo gris marcado por la violencia, la desigualdad y la injusticia puede cambiar y llenar de color la vida de todos, teniendo como herramienta principal la Educación. Es un esfuerzo que ponemos en manos del Espíritu Santo para que de sus frutos. Sigamos acompañando a la iglesia desde la educación apoyando  el deseo del Papa de un pacto global desde la educación».

Pacto Educativo Global

Su eminencia el Cardenal D. José Tolentino de Mendonça afirma, ante el lanzamiento de estos Posters y sus Cuaderno didácticos, que “el Pacto Educativo Global se nos muestra como la mejor herramienta para posibilitar y construir juntos una sociedad más humana, fraterna, justa, pacífica, solidaria y sostenible a través de una nueva educación y del impulso de la cultura de los pueblos. Estas sencillas ilustraciones nos convocan y movilizan a unir voluntades y esfuerzos para comprender y dar vida a los 7 Objetivos básicos para esta alianza global a la que nos invita el papa Francisco. Estas viñetas nos muestran algunos de los distintos elementos a tener en cuenta a la hora de tejer esta alianza, nos indican que por encima de nuestras múltiples diferencias (étnicas, territoriales, culturales, religiosas, económicos, profesionales, edades, etc.) podemos y debemos acoger a todos y contar con todos. El mundo se nos muestra como un puzle multicolor en el que cada pieza, cada persona tiene su lugar, nadie puede quedar excluida y se ha de disponer todo para cuidar a cada uno y crecer juntos. Nos guía la colaboración, trabajar a coro, uniendo esfuerzos, para lograr la aldea educativa global desde la unión de las aldeas locales, desde la riqueza de su diversidad”.

La OIEC (Oficina Internacional de la Educación Católica) ha sido reconocida como organización católica internacional por la Santa Sede. Trabaja en estrecha colaboración con el dicasterio para la cultura y la educación católica (Vaticano). Está reconocida como entidad consultiva por las Naciones Unidas (ECOSOC, Ginebra y Nueva York), la UNESCO y el Consejo de Europa.












lunes, 15 de abril de 2024

Evangelio Domingo 21 de abril

El buen Pastor - Juan 10, 11-18

En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos: - Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y hará un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido del Padre.

Explicación

Jesús para explicar algunas cosas usaba comparaciones o ponía ejemplos de modo que quienes le escuchaban le entendían muy bien. Por ejemplo, un día para hacerles saber cuánto quería a sus amigos y a todos les dijo: Yo soy un pastor bueno que cuida de sus ovejas, las defiende de todos los peligros, las acompaña en todo momento y las lleva donde puedan comer pastos frescos y beber aguas limpias. Yo soy un pastor bueno que vive todo el día dedicado a su rebaño y que está dispuesto a dar la vida por el bien de sus ovejas.

Evangelio dialogado

NARRADOR: En aquel tiempo Jesús hablaba con unos fariseos que habían venido para escucharle, y les proponía su doctrina por medio de parábolas.

JESÚS: Yo soy el Buen Pastor. El Buen Pastor da la vida por las ovejas.

FARISEO 1: ¿Por qué nos dices cosas tan raras? ¿Tienes que ver tú con los pastores?

JESÚS: Yo cuido bien a mis ovejas. Vosotros sois mis ovejas con tal que queráis admitirlo.

FARISEO 2: Éste siempre habla con ejemplos, pero yo no entiendo lo que los ejemplos tienen que ver con él.

NARRADOR: Jesús seguía adelante con su discurso y les advertía sobre los malos y falsos pastores.

JESÚS: El asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa. Es que a un asalariado no le importan las ovejas.

FARISEO 1: Si tú eres el buen pastor ¿quiénes son los asalariados? ¿Acaso nos acusas a nosotros de no preocuparnos de los demás? ¿Somos nosotros los responsables de la ley y del Templo los que ahuyentamos al pueblo? ¿Nos acusas de que no nos importan los demás?

JESÚS: Yo conozco a mis ovejas y las mías me conocen; oyen mi voz y me siguen. Y a cada una la llamo por su nombre.

FARISEO 2: ¿Y nosotros?

JESÚS: Vosotros sois falsos pastores. Sólo pensáis en vosotros. Parecéis, pero no sois. Decís, pero no hacéis. Por eso abandonáis las ovejas y huís.

NARRADOR: El diálogo fue haciéndose más duro por momentos, pues los fariseos no comprendían que Jesús quería atraerlos al redil. Por eso Jesús les dijo:

JESÚS: Tengo otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que atraer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor

FARISEO 1: ¿Acaso nosotros no seguimos la ley que nos dejaron nuestros padres y no somos el pueblo elegido?

JESÚS: Vosotros sois también ovejas, pero no de mi rebaño. Cuando sepáis escuchar, oiréis mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor. Yo doy la vida por mis ovejas.

FARISEO 2: Pero nadie te va a quitar la vida por nuestra culpa.

JESÚS: Nadie me quita la vida; la entrego voluntariamente. Está en mi mano desprenderme de ella y está en mi mano recobrarla. Éste es el encargo que me ha dado el Padre.

NARRADOR: Algunos fariseos pensaban: ¡Éste está loco de atar! Pero... no puede estar loco un pastor que quiere tanto a sus ovejas.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández



lunes, 8 de abril de 2024

Evangelio Domingo 14 de abril

 Aparición a los Apóstoles - Lucas 24, 35-48

En aquel tiempo contaban los discípulos lo que les había acontecido en el camino y cómo reconocieron a Jesús en el partir el pan. Mientras hablaban, se presentó Jesús en medio de sus discípulos y les dijo: - Paz a vosotros. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. El les dijo: - ¿Por qué os alarmáis?, ¿ por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo. Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: - ¿Tenéis ahí algo que comer? Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: - Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí, tenía que cumplirse. Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: - Así estaba escrito: El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.

Explicación

De nuevo se apareció Jesús a sus amigos, después de resucitar y les saludo con las mismas palabras: ¡La paz sea con vosotros! Ellos seguían medio desconcertados. Jesús continuó diciendo: ¡No tengáis miedo. Soy yo. Si tenéis algo para comer vamos a compartirlo! Y comió con ellos un trozo de pescado a la brasa. Poco a poco iban aceptando que Jesús había resucitado y empezaban a quitarse miedos y tristezas.

 

Evangelio dialogado

NARRADOR: En aquel tiempo contaban los discípulos lo que les había acontecido en el camino a Emaús.

DISCÍPULO1: ¿Pero cómo no le conocisteis? ¡Vaya par de despistados!

EMAÚS: Eso pensamos nosotros después y ... ¡qué rabia! Hasta que no partió el pan, lo bendijo y nos lo dio, ¡estuvimos ciegos!

DISCÍPULO2: ¡Como si hubiese muchas personas igual al Maestro!

EMAÚS : El caso es que cuando nos dimos cuenta de quién era, corrimos, corrimos para venir a avisaros.

DISCÍPULO1: Pues os podíais haber ahorrado la carrera porque... ¡Nosotros ya sabemos que ha resucitado!

EMAÚS: ¿Sííí...? ¿De verdad?

DISCÍPULO2: ¡Claro que sí! Lo hemos visto dos veces.

NARRADOR: Mientras hablaban, se presentó Jesús en medio de sus discípulos y les dijo:

JESÚS: ¡Paz a vosotros!

DISCÍPULO1: Ma..., ma..., Maestro ¿eres tú otra vez? ¿No serás un fantasma?

JESÚS: ¿Por qué os asustáis? ¿Por qué dudáis que sea yo de nuevo?

DISCÍPULO2: Es que... llegas y te vas tan rápido, ¡que pareces un fantasma!

JESÚS: Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Tocadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne, ni huesos como yo tengo. Vale, para que veáis que no soy un fantasma, dadme algo de comer.

NARRADOR: Y le ofrecieron un trozo de pez. Él lo tomó y comió delante de ellos.

DISCÍPULO1: ¿Te quedarás hoy un poco más?

JESÚS: Sólo un poco.

DISCÍPULO2: Maestro, ahora has resucitado y estamos contentos, pero ¿era necesario que padecieses tanto?

JESÚS: ¡Claro que sí! Os lo decía cuando estaba con vosotros.

DISCÍPULO1: ¿qué todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de ti, tenía que cumplirse?

JESÚS: Eso es.

DISCÍPULO2: ¡Claro! estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará al tercer día...

JESÚS: Y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.

NARRADOR: Y dicho esto, Jesús, una vez más, desapareció de su vista.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández





viernes, 22 de marzo de 2024

lunes, 18 de marzo de 2024

Domingo de Ramos

Entrada triunfal en Jerusalén - Marcos 11, 1-10

Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: - Id a la aldea de enfrente, y cuando entréis, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: "El Señor lo necesita", y lo devolverá pronto. Fueron y encontraron el borrico en la calle atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: - ¿Por qué tenéis que desatar el borrico? Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el borrico, le echaron encima los mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás, gritaban: - ¡Viva, bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! ¡Viva el Altísimo!

Explicación

Jesús entró en Jerusalén montado en un asno y fue aclamado por toda la gente que le recibió diciendo: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor Dios!. ¡Bendito el que viene a salvarnos! Los amigos de Jesús, de todos los tiempos y lugares, celebramos una vez al año esta fiesta del Domingo de Ramos y nos preparamos para vivir con él la semana más importante de los amigos de Jesús, que se llama Semana Santa.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández



lunes, 11 de marzo de 2024

Quinto domingo de Cuaresma 2024

 Jesús anuncia su glorificación por la muerte - Juan 12, 20-23

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos gentiles; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: - Señor, quisiéramos ver a Jesús. Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: - Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama así mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guarda para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? : Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora, Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: - Lo he glorificado y volveré a glorificarlo. La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: - Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando sea yo elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Explicación

Un día Jesús dijo a Felipe y a Andrés, dos amigos suyos, que sólo cuando el grano de trigo que se siembra en la tierra, se pudre y se muere dentro de ella, puede renacer y llegar a ser una espiga llena de vitalidad. Les quiso decir que si querían hacer mucho bien, tenían que morir a sus caprichos y pensar en los demás, y dejar de pensar en triunfalismos y en grandes reinos. Después les invitó a seguirle.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández






lunes, 4 de marzo de 2024

Cuarto domingo de Cuaresma

 Diálogo con Nicodemo - Juan 3, 14-21

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: - Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Hijo único de Dios. Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.

Explicación

Cuando somos egoístas, violentos y aprovechados llenamos de oscuridad y dolor la vida de los demás y la nuestra. No tenemos nada que ver con Jesús que lleno de bondad, de generosidad y solidario con todos, llenaba de luz sus vidas. Jesús choca con la oscuridad. Y nosotros ¿cuándo somos luz? ¿cuándo somos de Jesús?.




lunes, 26 de febrero de 2024

Tercer domingo de Cuaresma 2024

 La purificación del Templo - Juan 2, 13-25

En aquel tiempo se acercaba la Pascua de los Judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote con cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendías palomas les dijo: - Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo de tu casa me devora" Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: - ¿Qué signos nos muestras para obrar así? Jesús contestó: - Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Los judíos replicaron: - Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días? Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Explicación

Jesús se enfadó mucho con los que habían convertido el Templo de Jerusalén en una gran superficie de comerciantes, cambistas de monedas y aprovechados, y les dijo, arrojando por los suelos sus mostradores: Quitad todo esto de aquí, porque este es un lugar es de oración sencilla y confiada con Dios.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández



lunes, 19 de febrero de 2024

Segundo domingo de Cuaresma 2024

Transfiguración del Señor - Marcos 9, 1-9

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: - Maestro. ¡Qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Estaban asustados, y no sabían lo que decían. Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: - Este es mi Hijo amado; escuchadlo. De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: No contéis a nadie lo que habéis visto hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos. Esto se les quedó grabado y discutían qué querría decir aquello de resucitar de entre los muertos.

Explicación

Un día Jesús compartió con sus amigos un secreto y les dijo que después de morir vencería a la muerte y resucitaría. Esto se lo manifestó para darles ánimos, de tal modo que cuando le vieran morir en la cruz no perdieran la esperanza del todo y recordaran lo del monte Tabor, cuando él se les apareció revestido de luz.

 Evangelio dialogado

APÓSTOL 1: Maestro, ¿dónde vamos? Por aquí no hay ningún pueblo.

APÓSTOL 2: El camino es cada vez más difícil. Estamos muy cansados.

APÓSTOL 1: ¡Tengo los pies hechos polvo!

APÓSTOL 2: ¡Yo no puedo dar un paso más!

JESÚS: Está bien, podéis descansar en la fuente que hemos dejado hace un momento.

APÓSTOL 1: Gracias, Maestro. Y tú ¿qué vas a hacer?

JESÚS: Voy a subir a ese monte de ahí.

APÓSTOL 2: ¡Está muy lejos! Tardarás más de cuatro horas.

JESÚS: No importa. Pedro, Santiago, Juan... ¿queréis subir conmigo?

APÓSTOL 1: ¡Vale, Maestro! Hace tiempo que no subo al Tabor.

APÓSTOL 2: Será una buena caminata. ¡No perdamos tiempo!

APÓSTOL 1: Desde luego. ¡Vamos ya!

JESÚS: Vosotros esperadnos en la fuente.

APÓSTOL 1: Está bien, pero no os canséis demasiado.

APÓSTOL 2: Amigos, vamos a la fuente.

APÓSTOL 1: ¡Vaya subida...! Ya no me acordaba... Ha sido difícil, ¿eh?

APÓSTOL 2: Estoy tan cansado que me voy a tumbar a echar un sueñecito.

APÓSTOL 1: Yo también. No sé cómo el Maestro puede aguantar tanto.

JESÚS: Descansad un rato. Voy a rezar un poco más arriba. ¡Moisés, Elías, bienvenidos!

MOISÉS: ¡Hola, Jesús! ¿Cómo te va por la tierra?

JESÚS: Regular, a veces es difícil cumplir la voluntad del Padre.

ELÍAS: Pero sabes que te quiere y que siempre está contigo.

APÓSTOL 1: Maestro. ¡Qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres chozas: una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías.

APÓSTOL 2: ¡Pedro, Pedro, ven! ¡No sabes lo que dices!

Voz en OFF: Éste es mi Hijo amado, escuchadlo.

JESÚS: Bajemos ya, los otros nos esperan.

APÓSTOL 1: ¡Anda que cuando les contemos lo que hemos visto!

JESÚS: ¡No! No contéis a nadie lo que habéis visto hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández





lunes, 12 de febrero de 2024

Primer domingo de Cuaresma 2024

 Jesús es tentado en el desierto - Marcos 1, 12-15

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto, donde se quedó cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: - Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia.

Explicación

Los atletas, antes de realizar una prueba difícil, se concentran, se entrenan y comprueban si están preparados o no para participar en ella. Eso mismo hizo Jesús, antes de dar comienzo al anuncio del Evangelio: se retiró al desierto y cogió fuerzas para cumplir su misión con sencillez y cariño, dejando de lado lo espectacular y cómodo.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández





lunes, 5 de febrero de 2024

Evangelio Domingo 11 de febrero

 Curación de un leproso - Marcos 1, 40-45

En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: - Si quieres, puedes limpiarme. Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: - Quiero: queda limpio. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. El lo despidió, encargándole severamente: - No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a é de todas partes.

Explicación

La actividad de Jesús, dedicado de lleno a hacer bien, hizo que muchas personas oyeran hablar de él y se le acercaran. Así ocurrió con este enfermo de lepra que vino a Jesús y le pidió ayuda. Una vez sanado, aquél hombre se sintió como nuevo y comenzó una vida nueva de trato y relación con los demás, porque no sé si sabes que los enfermos de lepra eran separados de la sociedad y condenados a vivir aislados. Qué triste ¿no?

Evangelio dialogado

NARRADOR: Hoy os vamos a relatar una historia de Jesús. De cómo Jesús curó a un leproso.

NIÑO 1: ¿La lepra era una enfermedad muy mala?

NARRADOR: ¡Claro! Todos tenían miedo de contagiarse y dejaban a los leprosos lejos de su familia y solos.

NIÑO 2: Eso me da mucha pena. ¿Es que nadie les quería?

NARRADOR: Seguro que Jesús sí. Veréis lo que sucedió.

NIÑO 1: Maestro, vamos a descansar ahora que no hay gente.

JESÚS: Está bien, descansemos un rato. ¡Mirad, por ahí viene un leproso!

LEPROSO: ¡Estoy impuro, estoy impuro!

NIÑO 2: ¡Maestro, es un leproso, no te acerques!

LEPROSO: Si quieres puedes limpiarme, Señor.

JESÚS: Quiero, queda limpio.

LEPROSO: ¡Gracias, Jesús, gracias!

JESÚS: ¡No se lo digas a nadie! Preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.

NARRADOR: El leproso fue a la ciudad y gritaba con todas sus fuerza diciendo a todo el mundo el milagro de Jesús.

LEPROSO: ¡Estoy curado, ya no tengo lepra!

NIÑO 1: ¡Le prometiste a Jesús que no lo dirías!

LEPROSO: Es verdad, pero soy feliz y necesito decirlo. ¡Jesús me ha curado, ya no tengo lepra!

NARRADOR: Jesús siguió su camino, pero ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo. Se quedaba fuera, en descampado y aún así acudían a él de todas partes.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández