lunes, 9 de octubre de 2023

Evangelio Domingo 15 de octubre

Parábola del banquete nupcial - Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: - El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda". Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: - La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis convidadlos a la boda. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales reparó en uno que no llevaba traje de fiesta, y le dijo: - Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta? El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: - Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos

Explicación

Hablando Jesús un día con los sacerdotes y los ancianos del pueblo les dijo esta parábola: Un rey celebraba la boda de su hijo y llamó a sus invitados para que vinieran a celebrarla, pero no quisieron ir. Entonces el rey dijo a sus criados: id a los caminos e invitad a la gente que encontréis porque el banquete ya está preparado. Y se llenó la sala de invitados. Pero había uno que no traía el traje de fiesta y lo echaron fuera. Jesús les dijo: Veis, muchos son los llamados pero pocos los escogidos.

Evangelio dialogado

28 DOMINGO ORDINARIO “A” (Mt. 22, 1-14)

NARRADOR: En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo diciendo:

JESÚS: El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados:

REY: Mañana es la boda de mi hijo. Id y avisad a los convidados para que se preparen.

CRIADO 1º: Majestad, les hemos invitado y dicen que todavía tienen tiempo.

CRIADO 2º: Sí, Majestad, piensan que aún es demasiado pronto para acudir.

NARRADOR: Volvió a mandar criados encargándoles que les dijeran:

REY: Tengo encargado el banquete, he matado terneras y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda.

NARRADOR: Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y les maltrataron hasta matarles. El rey montó en cólera..., envió sus tropas que acabaron con ellos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados:

REY: La boda está preparada, pero los convidados no se lo merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.

NARRADOR: Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.

Cuando el Rey entró a saludar a los comensales reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo:

REY: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?

NARRADOR: El convidado no abrió la boca. Entonces el Rey dijo a sus criados:

REY: Cogedlo y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández




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