Estaban los discípulos encerrados por miedo. Llegó Jesús y les dijo: ¡La paz esté con vosotros! Y después les dijo: “Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros”. Jesús les trae paz a los discípulos, les dice que estén serenos por dentro, que Él está siempre con ellos. Pero la paz no es para tumbarse en el sofá y estar relajados, sino para salir, para ser enviado. No es una paz para “pasar” de todo. Es una paz para estar en el mundo. | ||
viernes, 10 de abril de 2015
Evangelio del Domingo
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