En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: -Tanto amó Dios al mundo que le
entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él,
sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él,
no será condenado; pero el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído
en el nombre del Hijo único de Dios.
Explicación
Hoy Jesús, hablando con un fariseo que se llamaba Nicodemo, nos enseña tres
cosas: La primera, que Dios Padre nos ama y nos ha enviado a su Hijo
Jesucristo. La Segunda que Jesús ha venido a salvarnos. Y la tercera que Dios
es vida para los que creemos en él porque nos anima el Espíritu Santo.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
María tiene diferentes advocaciones, es decir, la llamamos con diferentes nombres según las tradiciones y los lugares. Pero MARÍA es única. A través de esta actividad conoceremos algunos de los nombres de María. Construye un armario donde guardaremos los diferentes vestidos y veremos qué bien le quedan a María.
PENTECOSTÉS - Recibid el
Espíritu Santo - Juan 20, 19-23
Al anochecer de aquel día, el
primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas
cerradas por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les
dijo: -Paz a vosotros. Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y
los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: - Paz a
vosotros. Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Y dicho esto, exhaló su
aliento sobre ellos y les dijo: -Recibid el Espíritu Santo; a quienes les
perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les
quedan retenidos.
Evangelio dialogado
Domingo de Pentecostés –ciclo
C- (Jn 20,19-23)
Narrador: Escuchad, amigos y
amigas, voy a contaros lo que sucedió tras la resurrección de Jesús. Los
discípulos estaban en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los
judíos.
Discípulo1: ¿Y qué habían hecho
los judíos para tenerles miedo?
Narrador: Acusaron a Jesús
falsamente y consiguieron que Pilato le condenara a morir en la cruz.
Discípulo2: Y los discípulos
temían que se les acusara también. ¡Qué cobardes!
Narrador: ¿Qué haríamos en su
lugar? Jesús era su fuerza y su refugio. Además ellos soñaban con un Mesías
victorioso. De hecho, lo abandonaron todo por seguirle, y ¡menuda decepción!
Sin embargo, escuchad: Ha anochecido, es el día primero de la semana… Y de
repente una voz les sorprende y les dice:
Jesús: ¡Paz a vosotros!
Discípulos: Es el Maestro, es el
Señor… ¡Ha resucitado!... no es posible.
Jesús: No tengáis miedo. Mirad
mis manos, mirad mi costado. Soy yo, Jesús, el Maestro.
Discípulo1: ¡Qué bien, Maestro…,
has vuelto Jesús!
Discípulo2: Tu presencia nos
anima y reconforta, ¡ya no tenemos miedo! ¡Qué alegría tenerte aquí!
Discípulo1: Sí, sí, qué alegría.
Gracias por acordarte de nosotros.
Jesús: Paz a vosotros. Como el
Padre me ha enviado, así también os envío yo. Recibid el Espíritu Santo.
Discípulo2: Perdona,
Maestro...pero... ¿para qué queremos nosotros a ese Espíritu?
Discípulo1: ¡Claro!, alguien
tendrá que ayudarnos... iluminarnos... guiarnos y... cambiarnos por dentro ¿no
crees? … ¡Falta nos hace!
Narrador: Y Jesús queriendo
darles confianza y ánimo, les dice:
Jesús: A quienes les perdonéis
los pecados, les quedan perdonados y a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez
Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
Explicación
Cuando mataron a Jesús, sus
amigos pasaron mucho miedo y se escondieron. Pero él, para ayudarles, volvió a
su lado y les dijo: No tengáis miedo, ni os acobardéis. Al contrario tened en
vuestro corazón y en vuestras manos las llaves de la paz, y con ella abrid a
todos las puertas de la alegría y la paz. Y diciendo esto les comunicó su
Espíritu, es decir su Amor, para que fueran mensajeros de amistad y unidad
entre las personas.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez
Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
En aquel tiempo, los once
discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo
ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les
dijo: -Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos
de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que
yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Explicación
En sus últimas recomendaciones a
sus discípulos, Jesús les envió a ser testigos y anunciadores del evangelio por
todo el mundo, haciendo discípulos y enseñándoles todo lo que él les había
enseñado.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez
Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
A través de Fundación Proclade, ONG promovida por los Misioneros Claretianos, vamos a reflexionar sobre el ODS nº 10 que se refiere a la reducción de las desigualdades en el mundo. Por medio de estos paneles informativos y fotos de países como India, Colombia y Haití observaremos la injusticia de derechos que sufren millones de personas en el mundo. En cada panel se hace una descripción de una realidad puntual, con unos datos destacables que llaman la atención y la pregunta concreta de cómo reducimos la desigualdad. Además, hemos añadido las fotos del proyecto de Kindi (el Congo) sobre la mejora de una maternidad y consulta de pediatría. Averiguaremos una serie de datos a través de la ficha propuesta. Agradecemos a la Fundación Proclade el haber compartido con nosotros esta exposición tan interesante.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus
discípulos: - Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre
que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la
verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en
cambio, lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré
desamparados, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me
veréis, y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con
mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y
los guarda, ése me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré
y me revelaré a él.
Evangelio dialogado
SEXTO DOMINGO DE PASCUA – “A”
(Jn. 14, 15-21)
NARRADOR: ¡Eh, vosotros! ¿A
dónde vais?
NIÑO 1º: Nooosotros...
vamos... a... ¡jugar un rato!
NARRADOR: Y, ¿lo saben
vuestros padres?
NIÑO 2º: Bueno, no, pero...
NIÑO 1º: Yo estoy en casa de
mi abuela. Ella me cuida mientras mis padres trabajan.
NIÑO 2º: Mis padres no se
enteran.
NARRADOR: Tus padres han
encargado a tu abuela que te cuide. Los tuyos estarán, intranquilos si vuelven
y no estás en casa. Me parece que no queréis mucho a vuestros padres.
NIÑOS: ¡Claro que les
queremos mucho!
NARRADOR: Pues entonces os
va a venir muy bien lo que nos dice Jesús este domingo. ¡Escuchad!
DISCÍPULO1º: Maestro, si te
vas de nuestro lado, ¿cómo podremos demostrar que te queremos?
JESÚS: Es muy sencillo, sólo
tenéis que guardar lo que os he mandado.
DISCÍPULO 2º: Hombre.
Maestro, muy sencillo no es.
DISCÍPULO1º: Además
estaremos solos, nadie nos cuidará.
JESÚS: No estaréis solos. Yo
le pediré al Padre que os dé otro defensor que esté siempre con vosotros.
DISCÍPULO2º: ¿Otro defensor?
¿Será tan valiente como tú? ¿Cómo se llamará este defensor?
JESÚS: Se llamará el
Espíritu de la verdad.
DISCÍPULO1º: ¿Y nos
defenderá sólo a nosotros?
JESÚS: Sólo a vosotros. El
mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce.
DISCÍPULO2º: ¿Y nosotros, sí
le conocemos?
JESÚS: Claro que sí, porque
vive con vosotros y está con vosotros.
DISCÍPULO1º: Maestro, no te
entendemos.
JESÚS: No os preocupéis.
Pensad sólo que no os dejaré desamparados. ¡Volveré!
DISCÍPULO2º: ¿Y podremos
verte como ahora? Porque el Espíritu ese no lo vemos por ninguna parte.
JESÚS: Hay muchas formas de
ver. El mundo no me verá pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo
viviendo.
DISCÍPULO1º: Maestro, tú
dijiste que te ibas con el Padre.
JESÚS: Estaré con el Padre,
pero vosotros estaréis conmigo y yo con vosotros. Hay muchas formas de estar.
DISCÍPULO2º: ¿Y nos puedes
decir una?
JESÚS: Claro que sí: haced
lo que os he mandado.
DISCÍPULO1º: Si guardamos lo
que nos has mandado ¿estaremos contigo?
JESÚS: Claro que sí…,
estaréis conmigo.
DISCÍPULO2º: ¡Y así sabrás
que te queremos!
JESÚS: El que acepta mis
mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo
también lo amaré y estaré con él.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez
Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández