lunes, 27 de mayo de 2019

Festividad de la Ascensión


Celebramos el próximo domingo la fiesta de la Ascensión del Señor. Jesús asciende para descender y quedarse todos los días con nosotros, muy cerca y para siempre, a través del Espíritu, de la Palabra y de los sacramentos.
En lugar de subir, esta fiesta es una invitación a bajar. Esta solemnidad es un recuerdo de algo muy importante: somos testigos del encuentro con Jesús Resucitado, que hemos vivido en la Iglesia y sintiéndonos Iglesia. No es una experiencia para guardar sino para compartir y transmitir al mundo.
Jesús nos lanza. Nos lanza para que la luz de la Resurrección llegue a todos los rincones. Se vale de nosotros, pobres instrumentos para dar color al mundo.
Es nuestro tiempo, bajo la mirada y el impulso del Espíritu Santo.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero sscc



Evangelio dialogado
ASCENSIÓN DEL SEÑOR – “C” (Lc. 24, 46-53)
NARRADOR: En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
JESÚS: Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión a todos los pueblos, empezando por Jerusalén.
DISCÍPULO1: Señor, ¿Y cómo se va a llevar a cabo esto?
JESÚS: Vosotros sois mis testigos.
DISCÍPULO2: ¿Y si no nos quieren creer?
JESÚS: Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido.
DISCÍPULO1: ¿Y qué tenemos que hacer nosotros?
JESÚS: Vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza que os enviará mi Padre.
NARRADOR: Después los sacó hasta Betania y, levantando las manos los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo.
DISCÍPULO1: Oye, chicos… ¿qué está sucediendo?
NARRADOR: Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría.

martes, 21 de mayo de 2019

VI Domingo de Pascua


Si me amáis, dice Jesús a sus amigos, guardaréis mi Palabra, y mi Padre os amará. Y mi Padre y yo ocuparemos vuestro corazón, que será, también, nuestra casa, donde vivamos. Os dejo mi Paz. Os doy la Paz. Vivid en Paz.

Evangelio dialogado
Sexto Domingo de Pascua –C- (Jn 14,23-29)
Niño1: Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros que te amamos?
Jesús: Guardad mi palabra.
Niño2: ¿Y eso por qué?
Jesús: Porque mi padre os amará y vendremos a vosotros y haremos morada dentro de vosotros.
Niño1: ¿Y si no guardamos tu palabra? ¿Qué te indicamos con eso?
Jesús: Que no me amáis.
Niño2: ¿No te parece que lo que dices es muy fuerte?
Jesús: La Palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Niño1: Algunas veces cuesta entenderte, Maestro.
Jesús: No os preocupéis, mientras esté a vuestro lado os seguiré hablando. Y cuando yo no esté, será el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre, el que os enseñe.
Niño2: ¿Y si se nos olvida lo que nos has dicho?
Jesús: Él también os lo recordará. Amigos, la paz os dejo, mi paz os doy.
Niño1: No será tu paz como la del mundo. Ya ves qué panorama.
Jesús: Estad tranquilos, pues mi paz no es como la del mundo.
Niño2: No podemos evitarlo, Jesús, tenemos miedo, estamos acobardados.
Jesús: ¿Por qué?
Niño1: Porque nos has dicho que te vas.
Jesús: Sí, pero volveré pronto a vuestro lado.
Niño2: Pero no será lo mismo, te queremos con nosotros. ¡Cómo no vamos a estar tristes si te vas!
Jesús: Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre. Porque el Padre es más que yo.
Niño1: ¿Y por qué nos dices eso ahora?
Jesús: Para que cuando suceda, sigáis creyendo.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández



lunes, 20 de mayo de 2019

jueves, 16 de mayo de 2019

V Domingo de Pascua

Vivamos con alegría ese mandato de Jesús, esa meta, ese reto. Amar como Él, con su estilo, con sus ganas, con su entrega, con su alegría. Que nuestra vida sea sombra de la alegría, del amor del Señor. Que nos parezcamos a Él, que dibujemos con nuestro ejemplo su manera de transmitir el perdón, la paz, en definitiva, la alegría del corazón.
Jesús, en cada uno de nosotros, nos mueve a amar. Es la única tarea que tenemos por delante. Ojalá no la dejemos pendiente.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero sscc





Evangelio dialogado
QUINTO DOMINGO DE PASCUA –C- (Jn 13,31-33ª.34-35)

Jesús: Judas, lo que has de hacer, hazlo pronto.
Discípulo1: ¿Dónde va Judas? ¿Falta alguna cosa para la cena?
Jesús: Judas y yo sabemos a dónde va. Los demás debéis escuchar con atención lo que voy a deciros.
Discípulo 2:Habla, Maestro, que te escuchamos.
Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él.
Discípulo1: Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo.
Jesús: Y lo glorificará pronto. Hijos míos, me queda poco, muy poco para estar junto a vosotros.
Discípulo2: ¡No!, ¡No puede ser! ¡Tú no te irás nunca!
Jesús: Os doy un mandamiento nuevo. Que os améis unos a otros como yo os he amado.
Discípulo1: Maestro, ¿qué señal nos darás para que los demás sepan que somos tus discípulos?
Discípulo2: Sí, sí, ¿cómo podrán reconocernos?
Jesús: La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os améis unos a otros.
 
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández




martes, 14 de mayo de 2019

David y Goliat

Dani, Álvaro y Alan representaron la historia de David y Goliat a los niños de primero. ¡Enhorabuena a todos!


lunes, 13 de mayo de 2019

II Encuentro Diocesano de niños

La Delegación Diocesana de Catequesis invita a todos los niños de la Diócesis a un encuentro con nuestro obispo D. Ángel el día 8 de junio en Barbastro. En este encuentro se expondrán los dibujos del II Concurso diocesano de Dibujo y se entregarán los premios de dicho concurso. También tendrá lugar un concierto de música a cargo de Unai Quirós, músico y cantautor cristiano. Los que lo deseen podrán quedarse a comer. Os animamos a participar.


martes, 7 de mayo de 2019

Uno más en clase...

El P. Eugenio Yao es misionero comboniano. Él es de Togo (África) y hoy ha venido a contarnos su experiencia misionera en Perú y Togo. Muchas gracias por compartirla con nosotros.




Luz negra

Malena y Vega de 5º representan la historia de Moisés a los alumnos de Infantil con la técnica de luz negra. ¡Enhorabuena!






Kamishibai

Los alumnos de 4º representan sus kamishibai a los alumnos de Infantil.










IV Domingo de Pascua

En este Evangelio, Jesús es presentado por los primeros cristianos como un Pastor Bueno. Y lo es porque nos conoce, nos quiere, le seguimos y apreciamos su voz. Es más, sabemos que dio su vida por nosotros, y que allí donde vayamos, nos acompañará. Es un Pastor Bueno, porque se desvive por sus ovejas.



Cuarto Domingo de Pascua –C- (Jn 10, 27-30)
Narrador: Voy a contaros una conversación que mantuvo Jesús con un grupo de judíos en el Templo de Jerusalén durante la fiesta de la Dedicación.
Niño1: Yo conozco algunas fiestas judías, pero nunca oí hablar de la fiesta de la Dedicación. ¿Qué se celebraba en ella?
Narrador: Se celebraba la purificación del templo, que llevó a cabo Judas Macabeo allá por el año 164 antes de Cristo. Había sido profanado por Antíoco IV, rey de Siria, cuando conquistó Jerusalén.
Niño2: Los enemigos del pueblo judío debían de tener manía al Templo.
Narrador: El Templo representaba muchísimo para los judíos, pues su historia y su vida personal giraban en torno a él.
Niño1: ¿Y qué hicieron los que conquistaron el templo?
Narrador: Quitaron las costumbres judías e impusieron el culto a Júpiter Olímpico. Pero dejemos a un lado la historia y veamos lo que nos cuenta el Evangelio. Jesús se paseaba por el pórtico de Salomón, en el templo. Un grupo de judíos le rodeó y comenzaron a preguntarle.
Niño 1: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspense? ¿Eres tú el Mesías?
Niño 2: ¿Eres tú el que esperamos o tenemos que esperar a otro?
Jesús: Os lo he dicho y no me habéis creído.
Niño 1: ¿Quién da testimonio de ti? ¿Quién te respalda?
Jesús: Las obras que yo hago. Si no creéis en mí, creed en mis obras.
Niño 2: Todos obramos en este mundo por alguna razón. ¿En nombre de quién obras tú?
Jesús: En nombre de mi Padre que está en los cielos.
Judío1: ¡Eso no puede ser, estás mintiendo! ¡Cómo vas a ser tú Hijo de Dios! Ya ves que nosotros no creemos en ti.
Jesús: Porque vosotros no sois de mis ovejas.
Judío2: ¡Aclara eso, vamos, acláralo!
Jesús: Es fácil de entender. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.
Niño 1: Nadie sigue a otro sin recibir nada. ¿Qué les das tú a tus ovejas?
Jesús: La vida eterna.
Niño 2: ¿Eterna? Seguro que esas ovejas pronto morirán. O cualquiera te las arrebatará de las manos. Es la ley de la selva, amigo.
Jesús: Ni perecerán, ni nadie las arrebatará de mis manos.
Niño 1: ¿Por qué estás tan seguro? ¿Quién te dio esas ovejas?
Jesús: Esas ovejas me las dio mi Padre.
Niño 2: ¿Y por qué no te las podemos quitar?
Jesús: Porque nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre, ya que Él es más que todas las cosas.
Niño 1: ¿Qué relación tienes tú con el Padre? ¿Tan unido estás a él?
Jesús: Amigos, yo y el Padre somos uno.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández