En aquel tiempo entró Jesús en
Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y
rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía,
porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera para
verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó
los ojos y dijo: - Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu
casa. El bajó en seguida, y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos
murmuraban diciendo: - Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador. Pero
Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: - Mira, la mitad de mis bienes, Señor,
se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro
veces más. Jesús le contestó: - Hoy ha sido la salvación de esta casa; también
éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar
lo que estaba perdido.
Evangelio dialogado DOMINGO 31º - Ciclo C
NARRADOR: Jesús fue a
visitar la ciudad de Jericó. Las personas se ponían a los lados de las calles
esperando verle. Una de las personas entre la multitud era un hombre muy
bajito. Era tan bajito que no alcanzaba a ver por encima de la muchedumbre.
Este hombre se llamaba Zaqueo, era jefe de publicanos y rico. Él quería ver a
Jesús, así que trepó a un árbol y esperó a que Jesús pasara por allí. Jesús al
llegar a aquel sitio miró hacia arriba y le dijo:
JESÚS: “Zaqueo, baja en
seguida porque hoy tengo que quedarme en tu casa”.
NIÑO 1: Las personas que
estaban alrededor se sorprendieron, ¿sabes?, Zaqueo era una de las personas más
odiadas en todo Jericó.
NIÑO 2: ¿Por qué era tan
odiado?
NIÑO 1: Porque Zaqueo era
un hombre pequeño con un gran problema. Él era un ladrón y un tramposo. Era el
principal recaudador de impuestos de la ciudad y se había convertido en un
hombre rico, porque había estafado a la gente recogiendo más impuestos de los
que debía.
NIÑO 2: Entonces, ¿se
quedaba con parte del dinero que recaudaba?
NIÑO 1: Pues claro. Y por
eso la gente no podía entender que Jesús fuera a la casa de un hombre como
Zaqueo, porque le consideraban un pecador.
NARRADOR: Zaqueo sabía que
había engañado a las personas y cuando llegó con Jesús a su casa, le confesó a
Jesús que estaba arrepentido de haberse comportado mal y le dijo:
ZAQUEO: “Ahora mismo voy a
dar a los pobres la mitad de lo que tengo, y si en algo he defraudado a
alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que le quité”.
NARRADOR: Debido a que
Zaqueo estaba arrepentido por lo que había hecho y que también había confesado
su pecado, Jesús le perdonó y le dijo:
JESÚS: “Hoy ha llegado la
salvación a esta casa, también este es hijo de Abraham, porque el hijo del
hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”
Elaborado por: Fr. Emilio Díez
Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández