5º Domingo de
Cuaresma “C”. Evangelio según Juan 8,1-11
Narrador: Jesús
se fue orar al monte de los Olivos. Pero de madrugada se presentó otra vez en
el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a
enseñarles.
Niño 1: Jesús,
¿qué sucede? Viene hacia aquí mucha gente y traen cara de pocos amigos.
Jesús: No te
preocupes. Estos maestros de la ley y fariseos solo quieren que se cumpla la
ley y no se fijan en lo que la gente sencilla necesita.
Narrador: Los
maestros de la ley y los fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio,
la ponen en medio y le dicen a Jesús:
Fariseo:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida cometiendo el pecado de adulterio.
Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»
Narrador: Esto lo
decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se
puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en
preguntarle, se incorporó y les dijo:
Jesús: «Aquel de
vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.»
Narrador: E
inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.
Niño 1: Jesús
¿qué sucede? Se están marchando todos. ¡Y me estoy dando cuenta que los que
primero se van son los más viejos!
Narrador: Y Jesús
se quedó solo con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo:
Jesús: Mujer,
¿dónde están los que te condenaban? ¿Te ha condenado alguien?
Mujer: Nadie,
Señor.
Jesús: Tampoco yo
te condeno. Vete, y en adelante no peques más.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier
Espinosa Fernández
Que chulo Isabel de Irene.M de la clase de 5C
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