La cinta del Pilar

¿Sabías cuál es el significado de la cinta del Pilar?

La cinta consiste en un trozo de seda de 40 x 2,5cm equivalente a la altura de la Virgen de 36,5 centímetros. En la cinta, aparece impreso un dibujo geométrico con el siguiente texto grabado: «Medida de Nuestra Señora del Pilar». El color de la cinta no cuenta con un significación especial. Están disponibles en 12 colores: Bandera de Aragón, Bandera de España, Azul Claro, Azul Oscuro, Rosa, Fucsia, Verde, Amarillo, Rojo, Morado, Naranja y Blanca para satisfacer así las preferencias de todos los fieles a la Virgen del Pilar.

Este año se ha podido adquirir una edición especial de 15000 unidades con el estampado del cachirulo.

Su origen se remonta hasta el siglo XVII. En esa época existía la tradición de ceder los mantos de la Virgen del Pilar a los enfermos que lo solicitaban para quedar así “bajo la protección de la Santísima Virgen”. Y es que los mantos no cumplen únicamente la misión de adornar la columna, sino también de acompañar a los enfermos durante el tiempo que dura la dolencia y su proceso de recuperación.

La dificultades de enviar estos mantos a las personas que residían fuera de Zaragoza y la gran demanda de los mismos en 1621, año de la primera referencia documentada, provocó que se empezasen a fabricar cintas de tela o de papel con las medidas de la talla de la Virgen del Pilar. Este escrito, conservado en el Archivo, enunciaba que los Jurados de Zaragoza «prohíben a mercaderes y ciudadanos la comercialización de esas medidas, reservando ese derecho exclusivamente al Cabildo zaragozano bajo pena de 60 sueldos jaqueses».

Ya en el siglo XVIII existen referencias sobre las limosnas que los fieles daban al adquirir las cintas (en tela o papel) de distintos colores que se recogían directamente del camarín de la Virgen, dentro de la Basílica, a cambio de la voluntad. Actualmente se pueden adquirir a la entrada del Templo, por la simbólica cantidad de un euro.

A mediados del siglo pasado se amplió el «ámbito de protección» de estas cintas. Ya no están únicamente destinadas a la protección de enfermos como en sus orígenes, sino que además es un vínculo de unión con la Virgen para los zaragozanos que residen fuera de la ciudad, es un recuerdo de la visita a la Basílica del Pilar y protege a los viajeros en sus desplazamientos.